El Hombre: centro dinàmico y unificador de la Creaciòn

Ahora Dios no realizará la creación de la nada, sino que hará separaciones, para que la fuerza y la alegría del amor lleven, posteriormente, a la unidad más completa y realizadora.

Este será el ejercicio de la oblación personal que, en adelante, unificará la esencia de la vida humana dividida en dos entes: el hombre y la mujer. El móvil de esta acción será una fuerza íntima que procura esta unidad, aunque cada una de las existencias se desarrolle libremente.

En este juego de libertad, en donde uno se pierde en el otro, es en donde se tendrá el conocimiento recíproco, la plenitud. Esta plenitud producirá una paz dinámica, porque va a engendrar vida en el conocimiento de sí y no terminará en estancamiento, que es el principio de la muerte. Será una nueva vida, engendrada partiendo de dos seres.

¿Y cómo se conoció Adán a sí mismo? En la comunión con la mujer, tuvo conocimiento de sí mismo en sus características'masculinas, en el aspecto biológico, síquico y espiritual.

Su papel en el mundo fue reinterpretado en la repartición con su compañera. Su función específica, en la que ni el uno ni la otra admiten privilegios ni dominaciones, consiste en asumir su realidad de expresar, testimoniar y transmitir a Dios al mundo.

Adán, aunque seguro de que ambos participaban de toda la realidad humana, es consciente de la diferencia de intensidad de las cualidades masculinas, en él más intensas, y de las femeninas, más intensas en la mujer. En él se desarrolla el polo que es la iniciativa, la orden, el poder transformador, la objetividad, la exterioridad, la razón. La perspectiva del mundo por construir y organizar. La capacidad de dirigir y encaminar todo hacia su fin.

Eva expresa el deseo de profundidad, de quietud, de interioridad, de receptividad. Su estructura recuerda el origen. Su ser, el poder generador. Es la intuición. Es la sensibilidad. Es la confirmación de lo inmanente.

Ambos tienen cualidades que, aunque distintas, se desarrollan completamente en, la comunión recíproca, a través de la cual puede alcanzar un equilibrio total.

Entonces podrá vivir la naturaleza ordenada para lo sobrenatural sin llegar a la posición racionalista y fría. Vivir la espiritualidad y la sensibilidad sin perderse en lo irracional o en la emotividad.

0 comentarios:

Publicar un comentario